Por lo general se refiere a la fotografía de producto para ilustrar y vender un servicio o producto.
Mucha gente tiene intuitivamente buen conocimiento de la estética y de la sensibilidad creativa, pero un error muy común, a la hora de decidir sobre como ilustrar sus productos o servicios, es hacerlo sin el asesoramiento profesional.
No basta con tener una cámara costosa y de muchos megapixeles, es un proceso más complejo.
Iluminación, profundidad de campo, retoque profesional en programas específicos, realce de brillos y muchísimos secretos que hoy se utilizan en fotografía están ajenos a esa primer experiencia de tomar simplemente la foto de un producto.
Cada proyecto representa un reto a la creatividad y a la técnica. La ventaja que tenemos es que entre más desarrollamos la creatividad más podemos prescindir de la técnica.
Cuando uno se dedica profesionalmente a la fotografía de producto cuenta con un estudio y equipo avanzado de fotografía e iluminación, pero todo esto se vuelve inútil si no se le acopla toda nuestra creatividad al proyecto.
Entendemos la fotografía de producto como un método de comercialización también, no nos limitamos a crear grandes imágenes de los productos que buscan. Pero crear un estilo y actitud para atraer a la gente, que establece un estado de ánimo relacionados con el producto.
Esta es la clave para el éxito de la promoción del producto.
La gente mira primero la Imagen, después el texto.
Si no está seguro, si necesita un servicio de fotografía profesional, entonces piénselo seriamente. Incluso con el mejor marketing del mundo, la clave del éxito es mostrar correctamente su producto o servicio.
No hacemos magia, trabajamos profesionalmente.